Aborto provocado

Vivir una vida segura y saludable es un derecho básico, como lo es la libertad de definir nuestro propio camino.

No somos verdaderamente libres si no podemos tomar nuestras propias decisiones sobre nuestro cuerpo, nuestra vida y nuestro futuro, ya sea decir no a insinuaciones sexuales no deseadas, no a un embarazo no deseado o sí a ser padres. Cuando alguien decide abortar, debe ser seguro, asequible y libre de castigos y juicios. La decisión de ser padres y cuándo serlo es una de las decisiones más importantes que tomamos en la vida. Cuando las personas pueden tomar las decisiones que mejor se adaptan a sus vidas, las familias prosperan y construimos comunidades donde cada uno de nosotros puede participar con dignidad.

En todo el país, los políticos antiaborto han estado trabajando para poner la atención del aborto fuera del alcance o prohibirla por completo.

Los extremistas en la Legislatura de Florida aprueban restricciones médicamente innecesarias y con motivaciones políticas, creando una red de barreras que impiden el acceso a servicios de aborto seguros y asequibles, especialmente para mujeres de bajos recursos, jóvenes y personas de color. Intentan aprobar leyes que obligan a los profesionales de la salud a mentir a las pacientes; obligan a las mujeres a asistir a múltiples citas médicamente innecesarias; y exigen a las pacientes someterse a procedimientos médicamente innecesarios y, a veces, invasivos. Las leyes que exigen estándares de construcción más estrictos para los proveedores de abortos que para otros proveedores de salud son un intento flagrante de provocar el cierre de clínicas.

Obligar a alguien a llevar un embarazo puede tener consecuencias devastadoras y duraderas para la mujer y su familia. Estudios Muestran que una mujer a la que se le niega la atención para el aborto tiene más probabilidades de caer en la pobreza que una mujer que recibe la atención que necesita. Tras la negación de un aborto, una mujer tiene tres veces más probabilidades de estar desempleada que una mujer que pudo acceder a la atención para el aborto. Por otro lado, las mujeres que pueden acceder a la atención para el aborto, en comparación con aquellas a las que se les niega, tienen seis veces más probabilidades de tener planes de vida positivos y de alcanzarlos.